viernes, 2 de diciembre de 2011

EL VALOR DE LAS CLASES COLECTIVAS

Mi vida profesional la comencé impartiendo clases colectivas de natación a niños de entre 6 y 14 años, bueno, más bien podríamos llamarlas “clases masivas”, pues teníamos grupos de más de 20 niños que no sabían nadar o más de 40 de los que ya habían aprendido algo. Esto fue en otra época, por supuesto, en los cursillos de natación que se daban en las piscinas municipales de verano en los años 60. Para los alumnos era eso o nada.
Después, en los años 70, cuando el ayuntamiento de Madrid empezó a construir pabellones polideportivos,  comencé a dar clases colectivas de lo que en aquella época se llamaba “mantenimiento físico para adultos”. Estas clases, dadas en un pabellón, estaban formadas por grupos de 40 alumnos y puedo decir que los alumnos cumplían ampliamente sus objetivos, ya que hacían una actividad física planificada para toda la temporada de invierno (de septiembre a junio), con clases de 1 hora de 2 o 3 días semanales.
Cada clase se estructuraba en general,  en tres fases, “calentamiento, parte principal y vuelta a la calma”, con una duración en cada fase que dependía del tipo de alumnos y horarios, ya que podían ser jóvenes, adultos o mayores y entre los adultos había unas clases a media mañana a la que solo iban mujeres.
Como digo anteriormente, los objetivos se cumplían generalmente, ya que los alumnos se inscribían inicialmente para adelgazar, pero en la entrevista previa que tenían conmigo, mi primera aclaración era que “haciendo ejercicio no iban a adelgazar si no lo acompañaban de una alimentación adecuada”. Y además se destacaban otros valores físicos o sociales que al final eran por los que los alumnos se mantenían en las actividades, con una fidelización extraordinaria.
Los ciudadanos cada vez se convencen más de que hay que hacer actividad física y/o deporte por SALUD, pero hay actividades como las clases colectivas con las que además se pueden cumplir otros objetivos tales como: conocer gente; integrarte en un grupo; ocupar tu tiempo libre; etc.
Y si el profesor o técnico correspondiente, es un buen “animador” puede crear un buen grupo, animándolo a hacer actividades al aire libre, de montaña, viajes, etc.

No hay comentarios: