martes, 26 de mayo de 2020


“LIDERAZGO POSITIVO” – “DIRECTIVOS EFICIENTES”

Necesitamos directivos eficientes, líderes equilibrados. Pocas veces se medirá la labor de un directivo atendiendo meramente al aspecto técnico y al conocimiento de la procesión o del sector en el que está inmerso. En realidad, la función gerencial exige una fuerte dosis de conocimientos psicológicos básicos, el ejecutivo va a enfrentarse día a día interrumpidamente con problemas de motivación, percepción, comprensión, cultura empresarial, clarividencia, don de gentes, toma de decisiones individuales, y sobre todo liderazgo y capacidad para relacionarse y dirigir a las personas de la organización, capacidad para seleccionar y formar a un equipo que le ayude en su tarea de liderazgo.
El directivo líder de la organización necesita una base psicológica para organizar y dirigir a otros, para delegar, para que realizarse a sí mismo, para hacer valer sus ideas, para formar juicios rectos en materias altamente abstractas, para mantenerse firme y permanente organizando organizado en momentos de presión y tensión.
Vemos a muchos directivos de empresa que triunfan en su cometido de hacer progresar a su empresa de a pesar de no dominar los aspectos técnicos de los productos o servicios que se ofrecen.  Estos, saben manejar a las personas que poseen la preparación técnica necesaria del sector. Por ello vemos en muchos sectores que no hace falta poner en sus manos a personal con una titulación Especializada determinada.
Como ejemplo me permito apuntar que, para dirigir un gran Centro Deportivo, no es imprescindible ser Licenciado en Educación Física, puede hacerlo perfectamente otra persona con conocimientos y experiencia en la gestión de empresas. aunque la dirección técnica si que debe estar reservada a dicho L. E. F.
La mayor parte de las empresas en el momento de elegir a sus directivos, se fijan más bien en requisitos y exigencias del cargo que en su preparación técnica, más en su amplitud de miras, en su capacidad de visión, en su rectitud de juicio, en su don de gentes, etc. que en sus conocimientos especializados en tal o cual disciplina. Todas las cualidades exigen una base de comprensión psicológica, y un "Liderazgo Positivo"
La empresa; un centro deportivo, un club o un gimnasio, es la estructura de una filosofía. La dirección y administración de esa empresa será la “aplicación de dicha filosofía”
El líder no ha de contentarse con atender a los aspectos funcionales de un director de empresa, sino que debe familiarizarse también desde el primer momento con sus aspectos básicos, con su escala de valores, con los elementos o factores que él considera de primordial importancia en la dirección de su centro deportivo.
Si para la eficiencia y el éxito de la dirección bastase disponer de un plano filosófico bien pensado y formulado, todo sería de fácil y rápida solución. Es cierto que hace falta un buen esfuerzo de concentración para elaborar una filosofía perfectamente integrada de las funciones de dirección, pero es una tarea que puede realizarse sin demasiada dificultad y que de hecho consiste en adquirir los hábitos operativos y la viveza mental que los capaciten día a día para llevar a la práctica esos planos. Ni credos filosóficos, ni escala de juicios de valor producirán resultados hasta que el líder en la dirección los aplique personalmente. Este debe llevar la filosofía de la empresa, centro deportivo o club, empapada en su mente. Su "decálogo" debe tenerlo grabado en su mente y brotarle de dentro cómo reflejo de su escala completa de valores y convicciones fundamentales.
La misión del líder consiste en confeccionar una filosofía que una vez elaborada no permanezca estática. Lo ideal es que continúe madurando y desarrollando sus ideas durante toda la vida.

“LIDERAZGO POSITIVO”
Los tiempos que corren son un mal ejemplo para los "liderazgos positivos" ya que estamos rodeados de "lideres negativos" que día a día nos sorprenden con acciones casi imposibles de asumir. La confusión continua a la que nos tienen sometidos, son malos ejemplos de Liderazgo, sobre todo en el entorno político, lo cual los refleja muy bien una conocida psicoanalista, en una pequeña pero interesante publicación que recomiendo leer, "Líderes y liderazgos", el libro de Manuela Utrilla Robles, editorial El Duende, en dónde en donde describe muy bien al enjambre de "lideres negativos" que actualmente se han instalado en nuestras vidas. En este pequeño libro Manuela nos habla fundamentalmente los líderes paranoicos, fanáticos, corruptos, psicopáticos, intolerantes, etc., muy alejados de lo que se necesita en una democracia.
En palabras de Manuela Utrilla: "los líderes en general son los portadores de la omnipotencia y sus maneras de ejercer el liderazgo nos ilustra de su capacidad destructiva o contrariamente, constructiva, cuando se utilizan a partir del conocimiento y la razón”
“Liderazgos Positivos” nos darán empresas eficientes que permanecerán en el tiempo. En el sector o mundo del deporte tenemos muchos ejemplos, empresariales, como Florentino Pérez, en clubes como el Canoe N. C., o individuales como Rafa Nadal. Fijémonos en los positivos que son los que permanecen a largo plazo y desechemos los negativos que tienen un corto recorrido, aunque muy destructivo.

Pablo Sánchez Buján
26-05-2020

jueves, 7 de mayo de 2020


GESTIÓN DE LOS CLUBES DEPORTIVOS DE BASE O ELEMENTALES


Crecí en uno de esos clubes llamados de base o elementales, un club que era de barrio, de natación y sin instalaciones propias. Cuando empecé a nadar en 1958, Madrid, solo tenía una piscina cubierta cerca de Diego de León. Solo quiero añadir que parte de los mejores años de mi vida los he pasado en este club, primero como nadador y luego como entrenador y directivo.

Sorprende conocer la gran cantidad de clubes que están federados en España, aunque no todos participan realmente de una forma activa. A los clubes federados hay que sumar asociaciones y clubes que promueven actividades deportivas saludables, sociales, no competitivas, etc., muchos de los cuales participan en competiciones municipales o privadas, lo cual nos daría una visión estupenda del deporte español y de sus organizaciones. Sin embargo el asociacionismo deportivo que tiene nuestro país está tiene una gran dependencia de las administraciones públicas.

Son muy pocos los clubes españoles que tienen instalaciones deportivas propias y una economía saneada. La mayoría dependen de las instalaciones deportivas públicas, para sus entrenamientos y competiciones. Esto podría ser aceptable si no se complicara con la exigua situación económica que en muchos casos les impide incluso pagar a sus técnicos, a pesar de las subvenciones recibidas de las administraciones, especialmente las autonómicas y locales.

En la situación actual la continuidad de estos clubes es muy complicada, dependiendo en gran parte de las ocasiones de aficionados o padres de deportistas que voluntariamente entregan su tiempo y a veces su dinero para mantener el “flote”.

Sin embargo, cada vez estoy más convencido del valor que tienen estos clubes para el tejido social de su entorno, y de la importancia de esos directivos que semana a semana se dejan la piel para que todo funcione.

Pero además, los clubes, tienen un problema con la falta de una cultura del trabajo en común, del asociacionismo, y de la profesionalización de los responsables de la gestión.

Pero, ¿Cómo lograr que nuestras asociaciones y clubes deportivos puedan autogestionarse? ¿Cómo cambiar la cultura de los clubes y asociaciones deportivas (clubes sin instalaciones propias en su mayoría), para que profesionalicen su gestión? ¿Cómo mejorar la dinámica de las competiciones para que se puedan encontrar patrocinadores?.


Estas reflexiones no han llegado de forma espontánea. Son ya muchos años de experiencia en los que vengo observando, que la mayoría de los clubes de madrileños, dependen de las instalaciones deportivas públicas, para poder entrenar a sus deportistas y realizar sus campeonatos. La labor que estos realizan es ¡fantástica!, pero mejorable al 100% en gran parte de los casos.

Digo “fantástica” porque se realiza un gran esfuerzo por lograr unos medianos resultados con el escasísimo espacio/horario deportivo que los ayuntamientos madrileños dan a los clubes, de tal forma que se meten en la disyuntiva de “hacer lo que se pueda”, con unos técnicos deportivos en su mayor parte voluntarios, padres o familiares de alumnos e incluso, en ocasiones sin titulaciones adecuadas.

Sin embargo se puede y se debe hacer más. Crecer en número de socios. Crecer en la oferta de actividades, deportivas, culturales, sociales, etc. Para ello hay que hacer dos cosas principalmente: Crear un equipo directivo y formarle de modo empresarial a la escala necesaria según su tamaño y sus ganas de crecer.

A modo de información traslado algunos puntos que se deberían elaborar para lograr nuestro propósito:

•1.-ANÁLISIS INTERNO
            MISIÓN, VISIÓN, VALORES
            (Antecedentes, recursos, etc.)
• 2.- ANÁLISIS EXTERNO (MERCADO-SECTOR)
• 3.- PRONOSTICO
• 4.- OBJETIVOS
• 5.- ESTRATEGIAS
• 6.-ELABORACIÓN DE LOS PLANES DE ACCIÓN
• 7.-INTERRELACIÓN ENTRE PLANES
• 8.- PRESUPUESTO
• 9.-PUESTA EN MARCHA
• 10.-CONTROL Y REALIMENTACIÓN 

No cabe duda que lo ideal la formación de los cuadros directivos, técnicos, colaboradores y voluntarios, con el fin de que a medio o largo plazo se profesionalice parte de la gestión.


En gran parte de esta formación, puede colaborar el Círculo de Gestores Deportivos de Madrid, llevando así a cabo, una de las funciones para la que ha sido creado, La formación continua de sus asociados y de los profesionales del deporte de la Comunidad de Madrid.


(2ª Parte)

La profesionalización de la gestión de los clubes y asociaciones deportivas:


La gestión de la gran mayoría de los clubes sin instalaciones propias, funcionan con una Junta directiva seleccionada de entre los padres de los clubes que, funciona mientras sus hijos están en activo, y esto “cuando funciona” y tan solo bajo mínimos.

El objetivo es que las cosas “funcionen” (Llaman funcionar a que “los deportistas puedan entrenar y participar como sea) en términos generales.

Propongo a todos estos directivos que hagan una gran apuesta de futuro y sean capaces de “PROFESIONALIZAR LA GESTIÓN DE SUS CLUBES”, para ello solo tendrán que esforzarse un poco en transmitir la idea a todos los padres y socios de los clubes y planificarse con objetivos claros a corto, medio y largo plazo, según el modelo dado anteriormente.

Las directivas de los clubes deberían tomar algunas medidas tales como:

  • Mejorar la economía del club, para lo cual es imprescindible como primera medida hacer un estudio de necesidades y gastos para lo cual no hay que tener miedo a subir las cuotas a los deportistas, hacer socios simpatizantes, etc. Pero conseguir unos ingresos permanentes que ayuden a dar el siguiente paso.

·         Buscar un profesional y encargarle de la gestión del club, el cual debe estar adecuadamente remunerado, para exigirle resultados. Contratar a un gerente a un profesional que sepa de gestión, que sea un emprendedor y que empiece a funcionar con los objetivos claros indicados por la directiva o Presidente del club del “medio” y “largo plazo”, para que consiga recursos para el club.



LA CONTRATACIÓN DE UN GERENTE NO VA A SUPONER UN GASTO. ES UNA INVERSIÓN

  • Marcar los objetivos al Gerente contratado y exigirle resultados. El primer resultado será que sea capaz de conseguir recursos para pagarse su sueldo. Las tareas de este gerente, podrían ir encaminadas por:

a)      Promoción de acciones que logren aumentar el número de socios del club.
b)      Gestiones para conseguir patrocinios de empresas.
c)      Emprender otras acciones encaminadas a mejorar la economía y el prestigio del club, la satisfacción de los socios y el aumento del número de éstos.
d)      Gestiones con el Ayuntamiento para la concesión de una instalación en “Gestión indirecta”
                 
Un club modesto puede contratar a un gerente joven, que se esté formando y que este trabajo le sirva de experiencia a cambio de un sueldo muy bajo.
Insisto, hay que cambiar nuestra cultura individualista y aprovechar por el trabajo en equipo, por el esfuerzo en común y por el asociacionismo

                                              

Pablo Sánchez Buján
Licenciado en Educación Física
Máster en Administración y Gestión de Empresas (M. B. A.)
Especialista en Gestión Pública Local


martes, 5 de mayo de 2020


El talento y la dirección del deporte

El talento Humano
El talento, según la Real Academia Española de la Lengua (REA), se refiere a la persona inteligente o apta para determinada ocupación; entonces: Talento Humano se entenderá como la capacidad de la persona que entiende y comprende de manera inteligente la forma de resolver problemas en determinada ocupación, asumiendo sus habilidades, destrezas, experiencias y aptitudes propias de las personas talentosas. Hay quien a la definición anterior añade otros factores tales como: actitud, intereses vocacionales, motivación, conocimientos, potencialidades e incluso salud.

Ahondando en el término “talento”, Wikipedia nos dice que el talento se puede considerar como un potencial. Y lo es, en el sentido de que una persona dispone de una serie de características o aptitudes que pueden llegar a desarrollarse en función de diversas variables que se pueda encontrar en su desempeño. Wikipedia también nos dice que el talento es una manifestación de la “inteligencia emocional y es una aptitud o conjunto de aptitudes o destrezas sobresalientes respecto de un grupo para realizar una tarea determinada en forma exitosa.

El talento puede ser heredado o adquirido mediante el aprendizaje. Por ejemplo, una persona que tenga el talento de ser buen dibujante muy probablemente legará esta aptitud a sus hijos o a alguno de sus descendientes. Asimismo, una persona que no es dibujante y desee serlo podrá adquirir mediante el aprendizaje continuo y esforzado la destreza, e interiorizar en su cerebro la condición que le permita desarrollar la aptitud.
El talento intrínseco es que el individuo lo puede dejar de ejercer por mucho tiempo y volver a usarlo con la misma destreza que cuando dejó de usarlo; a diferencia del talento aprendido que requiere ser ejercitado continuamente para no perder la destreza.

Avanzando hacia la capacidad o talento de una persona para la dirección y gestión de una empresa o un proyecto llegamos al talento directivo, el cual está vinculado a la aptitud o la inteligencia. Se trata de la capacidad para desempeñar la actividad de dirigir y ligado a la habilidad innata para visualizar el futuro, desarrollar estrategias, crear y desarrollar ideas, planificar, liderar, etc., siendo las bases para lograr el éxito en la gestión.

Centrándonos en la dirección del deporte o de las empresas deportivas, hemos podido asistir en las últimas décadas, a empresas que, partiendo casi de la nada, han llegado a ser un “imperio”, mientras que otras se han quedado como estaban e incluso han desaparecido. Y esto no ha sido casual. El éxito ha sido debido fundamentalmente, a que a la cabeza de las empresas que han logrado expandirse por toda la geografía española han sido dirigidas por personas con gran “talento Directivo”. También encontramos personas con gran talento directivo, dirigiendo clubes deportivos, el deporte municipal o público, etc. Es importante reconocer que, en el sector del deporte, al igual que en otros, se requiere de ciertas capacidades o cualidades para poder planificar, dirigir y coordinar una empresa y a un equipo humano, al que además, sea capaz de liderar, de motivar, de impulsar y/o inspirar.

Nos debe quedar claro que “cualquiera” con ciertos conocimientos puede ser un directivo, pero no un “directivo con éxito”, para esto último se requiere de tener “TALENTO DIRECTIVO Y LIDERAZGO”, y cuantas más cualidades intrínsecas, conocimientos y experiencias tenga mejor para el desarrollo de una buena dirección y adecuado liderazgo.

En el sector deportivo se necesitan
profesionales directivos con “talento y liderazgo”, más que en ningún otro sector, ya que la mayoría de las empresas son pequeñas con pocos medios económicos o materiales y me refiero a clubes, equipos o centros deportivos en general. O a esas empresas de servicios deportivos o tecnológicas que sobreviven con mucho trabajo e ingenio.

Un buen directivo debe tener visión a medio y largo plazo del sector en el que se desenvuelve y actuar al respecto, aunque a corto plazo debe orientarse a la planificación, a la ejecución, al control y a la búsqueda de que el personal sea eficaz, cada uno en su nivel y responsabilidad, buscando la eficiencia en todo momento.

Los directivos con talento no reaccionan ante un hecho, actúan antes que se produzca, adoptan una actitud más personal, continua y activa ante los objetivos. El buen directivo en un centro deportivo, club, etc. debe ejercer un buen liderazgo, conociendo a sus clientes, pero sobre todo a su personal, en todos los niveles, sin que esto suponga interferir en la autoridad de sus mandos directivos.

Por lo tanto, el “TALENTO”, debe ser algo a exigir a un buen directivo, sobre todo en pequeñas empresas, como las que conforman el sector deportivo, y además se les debe exigir otras muchas cualidades, tales como conocimientos del sector, habilidades, actitudes compromiso y liderazgo. Difícilmente puede haber un buen directivo en el sector del deporte sin “talento”, lo cual no quita el que haya personas dirigiendo centros o empresas deportivas sin él (talento), pero seguro que ya no serán “buenos directivos”.



Pablo Sánchez Buján
Licenciado en Educación Física
Experto en dirección deportiva.

15/03/2020