martes, 5 de mayo de 2020


El talento y la dirección del deporte

El talento Humano
El talento, según la Real Academia Española de la Lengua (REA), se refiere a la persona inteligente o apta para determinada ocupación; entonces: Talento Humano se entenderá como la capacidad de la persona que entiende y comprende de manera inteligente la forma de resolver problemas en determinada ocupación, asumiendo sus habilidades, destrezas, experiencias y aptitudes propias de las personas talentosas. Hay quien a la definición anterior añade otros factores tales como: actitud, intereses vocacionales, motivación, conocimientos, potencialidades e incluso salud.

Ahondando en el término “talento”, Wikipedia nos dice que el talento se puede considerar como un potencial. Y lo es, en el sentido de que una persona dispone de una serie de características o aptitudes que pueden llegar a desarrollarse en función de diversas variables que se pueda encontrar en su desempeño. Wikipedia también nos dice que el talento es una manifestación de la “inteligencia emocional y es una aptitud o conjunto de aptitudes o destrezas sobresalientes respecto de un grupo para realizar una tarea determinada en forma exitosa.

El talento puede ser heredado o adquirido mediante el aprendizaje. Por ejemplo, una persona que tenga el talento de ser buen dibujante muy probablemente legará esta aptitud a sus hijos o a alguno de sus descendientes. Asimismo, una persona que no es dibujante y desee serlo podrá adquirir mediante el aprendizaje continuo y esforzado la destreza, e interiorizar en su cerebro la condición que le permita desarrollar la aptitud.
El talento intrínseco es que el individuo lo puede dejar de ejercer por mucho tiempo y volver a usarlo con la misma destreza que cuando dejó de usarlo; a diferencia del talento aprendido que requiere ser ejercitado continuamente para no perder la destreza.

Avanzando hacia la capacidad o talento de una persona para la dirección y gestión de una empresa o un proyecto llegamos al talento directivo, el cual está vinculado a la aptitud o la inteligencia. Se trata de la capacidad para desempeñar la actividad de dirigir y ligado a la habilidad innata para visualizar el futuro, desarrollar estrategias, crear y desarrollar ideas, planificar, liderar, etc., siendo las bases para lograr el éxito en la gestión.

Centrándonos en la dirección del deporte o de las empresas deportivas, hemos podido asistir en las últimas décadas, a empresas que, partiendo casi de la nada, han llegado a ser un “imperio”, mientras que otras se han quedado como estaban e incluso han desaparecido. Y esto no ha sido casual. El éxito ha sido debido fundamentalmente, a que a la cabeza de las empresas que han logrado expandirse por toda la geografía española han sido dirigidas por personas con gran “talento Directivo”. También encontramos personas con gran talento directivo, dirigiendo clubes deportivos, el deporte municipal o público, etc. Es importante reconocer que, en el sector del deporte, al igual que en otros, se requiere de ciertas capacidades o cualidades para poder planificar, dirigir y coordinar una empresa y a un equipo humano, al que además, sea capaz de liderar, de motivar, de impulsar y/o inspirar.

Nos debe quedar claro que “cualquiera” con ciertos conocimientos puede ser un directivo, pero no un “directivo con éxito”, para esto último se requiere de tener “TALENTO DIRECTIVO Y LIDERAZGO”, y cuantas más cualidades intrínsecas, conocimientos y experiencias tenga mejor para el desarrollo de una buena dirección y adecuado liderazgo.

En el sector deportivo se necesitan
profesionales directivos con “talento y liderazgo”, más que en ningún otro sector, ya que la mayoría de las empresas son pequeñas con pocos medios económicos o materiales y me refiero a clubes, equipos o centros deportivos en general. O a esas empresas de servicios deportivos o tecnológicas que sobreviven con mucho trabajo e ingenio.

Un buen directivo debe tener visión a medio y largo plazo del sector en el que se desenvuelve y actuar al respecto, aunque a corto plazo debe orientarse a la planificación, a la ejecución, al control y a la búsqueda de que el personal sea eficaz, cada uno en su nivel y responsabilidad, buscando la eficiencia en todo momento.

Los directivos con talento no reaccionan ante un hecho, actúan antes que se produzca, adoptan una actitud más personal, continua y activa ante los objetivos. El buen directivo en un centro deportivo, club, etc. debe ejercer un buen liderazgo, conociendo a sus clientes, pero sobre todo a su personal, en todos los niveles, sin que esto suponga interferir en la autoridad de sus mandos directivos.

Por lo tanto, el “TALENTO”, debe ser algo a exigir a un buen directivo, sobre todo en pequeñas empresas, como las que conforman el sector deportivo, y además se les debe exigir otras muchas cualidades, tales como conocimientos del sector, habilidades, actitudes compromiso y liderazgo. Difícilmente puede haber un buen directivo en el sector del deporte sin “talento”, lo cual no quita el que haya personas dirigiendo centros o empresas deportivas sin él (talento), pero seguro que ya no serán “buenos directivos”.



Pablo Sánchez Buján
Licenciado en Educación Física
Experto en dirección deportiva.

15/03/2020



No hay comentarios: