martes, 5 de febrero de 2008

LA FALTA DE MOTIVACIÓN Y LA RESPONSABILIDAD DEL ASALARIADO

En estos tiempos que vivimos, es muy común esgrimir cualquier excusa para justificar la falta de rendimiento en el trabajo, fundamentalmente en empresas públicas con gestión directa.
Decir que “me pagan poco para lo que hago”; que “trabajo mas de lo que debo” cuando ni siquiera se cumple con la jornada laboral; “que trabajen otros, que yo ya he trabajado bastante” para justificar el absentismo laboral, “estoy desmotivado”, etc., es el pan nuestro de cada día.
Este, es un tema muy polémico, en el que mi parecer es que si a una persona se le paga un salario por desempeñar una función, debe cumplirla y ser fiel al contrato de trabajo firmado y a la responsabilidad adquirida.
Es “penoso” haber estudiado una carrera y tener que recurrir a un trabajo de menor categoría; pero hay que ser consecuente con uno mismo y respetar los acuerdos del contrato y responder honradamente.
Es “duro” tener que trabajar con falta de medios que podrían mejorar nuestro rendimiento; pero eso no quiere decir que se abandone el puesto de trabajo y se caiga en el absentismo.
Es desmotivador ver como en la administración pública llegan cargos de confianza de los políticos, a puestos de responsabilidad o de asesores “por su cara bonita”(y con sueldos extraordinarios), pasando por delante de verdaderos profesionales, que llevan toda una vida entregados a su trabajo; pero eso no quiere decir que éstos abandonen su responsabilidad.
La falta de motivación llega la mayoría de las veces por las deficiencias en las condiciones de trabajo mas que por un determinado salario. El aumento de salario en un trabajador puede hacer que los primeros días mejore su rendimiento, pero si las condiciones de trabajo no son buenas, volverá a estar desmotivado, a caer en el absentismo.
En algunos centros deportivos municipales con gestión directa, se dan muchas de las circunstancias anteriormente mencionadas, a las cuales hay que añadir cierta falta de control y de autoridad de sus directivos, que a veces se ven impotentes por falta de mecanismos en la administración municipal, en donde también a veces se convierten en meros transmisores de órdenes, normativas, etc., sin que nadie cuente con ellos para planificar una gestión a corto, medio o largo plazo, negándoles además los medios necesarios para hacer una gestión competente.
Termino diciendo que en todo dirigente debe pesar sobre todo la responsabilidad de su cargo y cumplir con ella (su responsabilidad) adecuadamente, a pesar de la mayor o menor motivación que ciertos cargos políticos municipales sean capaces de aportar.
Nos pagan un salario de acuerdo a un contrato y debemos responder en consecuencia, y si no estamos de acuerdo dejar el puesto a otro/a que sea capaz de hacerlo con la responsabilidad debida.



Pablo Sánchez Buján

2 comentarios:

Pablo Sánchez Buján dijo...

Un abrazo muy fuerte para un gran amigo.
Joaquin

chimo dijo...

Un abrazo muy fuerte para un gran amigo.
joaquin