jueves, 14 de enero de 2010

SOLIDARIDAD CON HAITÍ

En dos ocasiones (2008 y 2009) he visitado este país como “formador cooperante” y tengo que decir jamás he visto gente tan humilde, viviendo al borde de la “pobreza extrema” y sin embargo “felices”.

En estos viajes aprendí mucho sobre la importancia de las relaciones humanas, de la solidaridad, del esfuerzo, del amor, de cómo sobrevivir con “nada”.

Cuando llegué a Puerto Príncipe por primera vez, no podía salir de mi asombro, al ver que las viviendas en su mayor parte eran casas de una o dos plantas mal construidas en calles o avenidas mal asfaltadas con grandes agujeros o sin asfaltar; con la basura sin recoger por las calles; sin luz eléctrica en el 90% de las casas y con una gran parte de la población en las calles a la espera de un trabajo que les permita al menos poder comer.

Sin embargo tengo que decir que muy pocas veces he tenido alumnos tan dispuestos a colaborar y tan entusiasmados con lo que aprendían, con la esperanza y satisfacción de que posteriormente podrían aplicar sus conocimientos en sus centros deportivos y educativos. Esta experiencia ha sido compartida con otros colegas que tampoco han salido de su asombro ante un grupo de alumnos tan entusiastas.

Hoy sé que incluso los dos mejores hoteles en los que me hospedé, están destruidos junto a miles de viviendas e incluso estoy seguro de que algunas de las personas que conocí habrán fallecido, pero como no puede ser de otra forma, hay que mirar hacia delante y ver una “oportunidad” en la desgracia y pensar que ahora que el “mundo” los a conocido, van a recibir la ayuda que necesitan y podrán salir de esa pobreza extrema en la que malviven.

Desde aquí, pido que seamos solidarios, cada uno en la medida que pueda, recordando que aunque tan solo les llegara un euro por cada uno de los españoles, supondría una oportunidad para este pequeño país.

Pablo Sánchez Buján

No hay comentarios: