Es muy poco lo que se emplea en la Administración Pública, algo tan sencillo como motivar a los trabajadores o empleados. Una palabra a tiempo, una mirada de complicidad, unas horas libres, un decir que se está trabajando bien, etc. podría ser muy beneficioso para todos, pero esto dificilmente ocurre.
Sin embargo en la empresa privada la motivación del personal suele ser mas importante y estar dentro de la mente de los directivos. Por lo tanto la motivación sería como un salario emocional, es esa parte que no se refleja en la nómina, pero que nos hace sentirnos agusto en nuestro puesto de trabajo y se alza como un factor esencial del compromiso del empleado. Sin embargo Pilar Jericó, autora de "La nueva gestión del talento: construyendo compromiso" (Ed. Prentice Hall, 2008), nos dice que no hay que dejar de lado lo terrenal que el salario emocional compromete siempre y cuando las necesidades económicas se vean satisfechas. Si una persona no llega a final de mes con su sueldo, será dificil compensarla de otro modo.
Sin embargo no hay que confundirse y quedarse en el puesto de trabajo mas de las horas necesarias en cada jornada, como hacen muchos, que para que el jefe les vea y tenga buena opinión de ellos se quedan haciendo horas demás, aunque no haya nada que hacer.
¡Ojo! tambien puede ocurrir que una injusticia o un aincoherencia puedan provocar, la desmotivación, el enfado del empleado y por lo tanto su marcha o lo que es peor, y que suele ocurrir en la Administración Pública "que el profesional se quede, pero sin ganas".
Sin embargo en la empresa privada la motivación del personal suele ser mas importante y estar dentro de la mente de los directivos. Por lo tanto la motivación sería como un salario emocional, es esa parte que no se refleja en la nómina, pero que nos hace sentirnos agusto en nuestro puesto de trabajo y se alza como un factor esencial del compromiso del empleado. Sin embargo Pilar Jericó, autora de "La nueva gestión del talento: construyendo compromiso" (Ed. Prentice Hall, 2008), nos dice que no hay que dejar de lado lo terrenal que el salario emocional compromete siempre y cuando las necesidades económicas se vean satisfechas. Si una persona no llega a final de mes con su sueldo, será dificil compensarla de otro modo.
Sin embargo no hay que confundirse y quedarse en el puesto de trabajo mas de las horas necesarias en cada jornada, como hacen muchos, que para que el jefe les vea y tenga buena opinión de ellos se quedan haciendo horas demás, aunque no haya nada que hacer.
¡Ojo! tambien puede ocurrir que una injusticia o un aincoherencia puedan provocar, la desmotivación, el enfado del empleado y por lo tanto su marcha o lo que es peor, y que suele ocurrir en la Administración Pública "que el profesional se quede, pero sin ganas".
1 comentario:
Muy buen aporte. Saber motivar al personal es de vital importancia y mucho más en estos tiempos de crisis donde el ánimo tiende a caer por la incertidumbre que genera todo conflicto financiero. Vale decir que un empleado feliz y seguro trabaja mejor y en consecuencia no solo aumenta su productividad sino también la productividad de la empresa para la cual trabaja.
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