Agosto 2008
Acabo de realizar un viaje inolvidable por Costa Rica, un país bellísimo, sobre todo para los que amamos la naturaleza. Solo un “pero” y es las comunicaciones por carretera, las cuales en su mayoría son tortuosas, llenas de baches que parecen socavones (ellos las llaman “carreteras de masaje”).
En este artículo quiero contar mis experiencias en este tipo de turismo “deporte / aventura”, la experiencia que he acumulado, junto a mi mujer, viajando por Costa Rica. Me voy a ceñir a los detalles básicos para no aburrir al lector.
En el viaje, aunque maravilloso, tambien ha habido algun que otro “agobio” o anécdota, que contaré al final.
Acabo de realizar un viaje inolvidable por Costa Rica, un país bellísimo, sobre todo para los que amamos la naturaleza. Solo un “pero” y es las comunicaciones por carretera, las cuales en su mayoría son tortuosas, llenas de baches que parecen socavones (ellos las llaman “carreteras de masaje”).
En este artículo quiero contar mis experiencias en este tipo de turismo “deporte / aventura”, la experiencia que he acumulado, junto a mi mujer, viajando por Costa Rica. Me voy a ceñir a los detalles básicos para no aburrir al lector.
En el viaje, aunque maravilloso, tambien ha habido algun que otro “agobio” o anécdota, que contaré al final.
ES UN VIAJE QUE RECOMIENDO A TODOS LOS QUE LES GUSTE LA NATURALEZA, LA ACTIVIDAD FÍSICA Y LA AVENTURA.
El primer día llegamos a la capital San José; aeropuerto, hotel, paseos turísticos por la ciudad. También estuvimos el último día (16), el cual aprovechamos pera realizar las últimas compras.
La primera parte del viaje, esta llena de encanto por la abundancia de naturaleza en las zonas de Puerto Viejo y Cahuita. Nos metimos por la selva y pudimos ver toda clase de monos, bichos, aves, flores y plantas con unas formas y colorido indescriptibles. También tuvimos tiempo para bañarnos en la playa.
Después estuvimos en Tortuguero, en un hotel, casitas distribuidas por un entorno selvático con piscinas, ya que estaba situado en medio de la selva. Para llegar allí tuvimos que navegar durante horas por grandes ríos selváticos de mas de 200 metros de ancho y canales, pudiendo recrearnos viendo a ambos lados, monos, pájaros, serpientes, flores, y hasta cocodrilos.
En Tortuguero hicimos varias excursiones por la selva y una nocturna para ver a las tortugas gigantes en el momento de salir del agua y todo el proceso de desove. Fue de una emoción indescriptible, desde nuestra llegada a la playa, el cuidado y respeto de los guías para no molestar a las tortugas de tal forma que pasáramos desapercibidos.
La primera parte del viaje, esta llena de encanto por la abundancia de naturaleza en las zonas de Puerto Viejo y Cahuita. Nos metimos por la selva y pudimos ver toda clase de monos, bichos, aves, flores y plantas con unas formas y colorido indescriptibles. También tuvimos tiempo para bañarnos en la playa.
Después estuvimos en Tortuguero, en un hotel, casitas distribuidas por un entorno selvático con piscinas, ya que estaba situado en medio de la selva. Para llegar allí tuvimos que navegar durante horas por grandes ríos selváticos de mas de 200 metros de ancho y canales, pudiendo recrearnos viendo a ambos lados, monos, pájaros, serpientes, flores, y hasta cocodrilos.
En Tortuguero hicimos varias excursiones por la selva y una nocturna para ver a las tortugas gigantes en el momento de salir del agua y todo el proceso de desove. Fue de una emoción indescriptible, desde nuestra llegada a la playa, el cuidado y respeto de los guías para no molestar a las tortugas de tal forma que pasáramos desapercibidos.
También tengo que decir que ha sido aquí, en Tortuguero donde he visto y sufrido la tormenta mas grande de mi vida, pareciendo que estábamos en medio de una cascada. Menos mal que íbamos muy bien equipados con grandes capas de grueso plástico y buenas botas.
Del deporte aventura tengo que deciros que he disfrutado en dos ocasiones del rafting por el río Sarapiqui, en donde nos adentramos en grandes rápidos que nos elevó la adrenalina hasta lo mas alto, sobre todo en un momento en el que se cayeron al río tres de los seis ocupantes de la embarcación y tuvimos que hacer un gran esfuerzo para recuperarlos.
Del deporte aventura tengo que deciros que he disfrutado en dos ocasiones del rafting por el río Sarapiqui, en donde nos adentramos en grandes rápidos que nos elevó la adrenalina hasta lo mas alto, sobre todo en un momento en el que se cayeron al río tres de los seis ocupantes de la embarcación y tuvimos que hacer un gran esfuerzo para recuperarlos.
En Monteverde nos hospedamos en un lugar paradisíaco y desde allí nos fuimos a caballo a hacer “canopy” (Desplazarte por tirolinas de mas de 600 m de longitud por encima de la selva, durante mas de una hora). También tuvimos tiempo para comer en medio de la selva y nadar en una piscina con un gran tobogán y cascadas. Una de las noches disfrutamos de una fiesta “Rodeo” en la que algunos pudieron participar activamente a caballo. Mi actividad la limité al baile, que estuvo muy divertido.
No tuvimos suerte en el volcán Arenal, ya que en esto la agencia que lo organizaba lo preparó muy mal y no pudimos verlo en ebullición. Aquí la puntuación es de “0”.
Por último llegamos a la playa del Papagayo donde nos hospedamos en otro hotel de ensueño durante tres días, en medio de la pura naturaleza con playas de agua cristalina en donde pudimos bucear y ver peces de todo tipo y colores y hasta una tortuga gigante que tuve al alcance de mi mano. También hicimos una excursión en canoa a la playa de los monos, en donde pudimos ver a varias familias de monos encalomadas a los árboles, algunos durmiendo a pierna suelta.
En el hotel (todo incluido), había varias piscinas con barra libre en donde nos hemos tomado los mejores zumos de frutas de nuestra vida. Y circulando por allí pudimos ver lagartos, monos, iguanas, etc.
No tuvimos suerte en el volcán Arenal, ya que en esto la agencia que lo organizaba lo preparó muy mal y no pudimos verlo en ebullición. Aquí la puntuación es de “0”.
Por último llegamos a la playa del Papagayo donde nos hospedamos en otro hotel de ensueño durante tres días, en medio de la pura naturaleza con playas de agua cristalina en donde pudimos bucear y ver peces de todo tipo y colores y hasta una tortuga gigante que tuve al alcance de mi mano. También hicimos una excursión en canoa a la playa de los monos, en donde pudimos ver a varias familias de monos encalomadas a los árboles, algunos durmiendo a pierna suelta.
En el hotel (todo incluido), había varias piscinas con barra libre en donde nos hemos tomado los mejores zumos de frutas de nuestra vida. Y circulando por allí pudimos ver lagartos, monos, iguanas, etc.
Quiero terminar que este viaje ha estado “Perfecto”, porque tuvimos la suerte de coincidir y hacer un grupo de 10 personas que aunque no nos conocíamos de nada (6 de Madrid, 4 de Sevilla y dos de Vitoria), nos llevamos a la perfección, de tal forma que continuamos en contacto.
La parte personal negativa estuvo en Barajas, cuando después de haber reservado los asientos del avión (Iberia), con varios días de antelación, llegamos a facturar y nos dicen que hay “over booking”. Lo solucionamos con algo de astucia y suerte.
Una vez mas recomiendo este viaje a todos los que amen la naturaleza, la actividad física y la aventura.
Pablo Sánchez Buján
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