Del blog http://futbolendesarrollo.blogspot.com.es/2012/04/como-saber-su-su-hijo-es-un-crack-del.html?goback=.gde_1965280_member_109673424,
hemos sacado el siguiente artículo, que aunque se puede completar
considerablemente, da una idea de pensamiento que ayudará a reflexionar sobre
el tema.
Cómo saber si su hijo será un 'crack' del Deporte.
· El mayor engaño de los padres es confundir sólo la
habilidad con el talento
· Son los 'terceros' quienes deben valorar si el chaval
tiene cualidades.
¿Qué tienen en común Rafa Nadal, Fernando Alonso o Pau Gasol? Que reúnen
las cualidades básicas para triunfar y convertirse en unos 'cracks' de sus
respectivos deportes: precocidad, talento y madurez. Estos son los tres
ingredientes -que deben darse juntos y al mismo tiempo- imprescindibles para
formar parte de esa minoritaria elite deportiva. Y si el niño no los tiene
podrá llegar a ser un buen alumno, pero nunca el maestro.
Esta receta del éxito ha sido cocinada por
Jaime Alguersuari, periodista gráfico y organizador de varios eventos
deportivos, además de padre del piloto de Fórmula 1 que lleva el mismo nombre.
Tras 40 años de experiencia en el mundo deportivo y de haber conocido de
primera mano las frustraciones y orgullos de más de 2.000 padres, se ha
decidido a escribir el libro 'Tu hijo puede ser un crack' (Editorial Planeta). "Un manual duro y directo que pretende un fin
muy concreto, que las familias entiendan que son muy pocos los
elegidos para triunfar en el deporte y cuanto antes se den cuenta y antes lo
acepten, mejor", explica el autor.
Para Alguersuari, "uno de los grandes engaños de todos los padres
que tienen hijos deportistas es confundir talento con
sólo habilidad. La mayoría de los grandes fracasos de largas carreras deportivas se han
sustentado en esta mentira". Unas palabras que corroboró durante la
presentación del libro el automovilista Carlos Sainz.
"Son muy pocos los padres que
aceptan a mitad de camino que su hijo no tiene condiciones"
Aunque las enseñanzas de esta guía sirven para todos los deportes, están
especialmente orientadas a los deportes individuales, "porque son
disciplinas en las que reina el egoísmo, la soledad, la incomunicación y el
odio compulsivo. Y para superar todo esto es necesaria una
madurez precoz". Es ésta una de las claves básicas que definirán si el niño llegará
a ser un 'crack'.
Pero ¿cómo definir la madurez en un chaval de ocho o nueve años? Según
Jaime Alguersuari "se pone en evidencia a través de una condición excepcional y es que saben escuchar, lo que suele ser
sinónimo de aprender".
En realidad, por mucho empeño y entusiasmo que ponga el niño, son los
'terceros' a quienes corresponde el reto y la responsabilidad de determinar si
un chaval puede llegar a ser un 'crack'. Profesores,
entrenadores y padres deben ser honestos para ver si el joven tiene el talento
necesario. Sin embargo, como reconoce Alguersuari, "son muy pocos los padres
que aceptan a mitad del proceso de formación del niño que su hijo
no tiene condiciones para ser una figura deportiva". Pero insiste en que
darse cuenta a tiempo es una ventaja y ganarán "tiempo y felicidad".
Por el contrario "la frustración deportiva del padre, que proyecta sus
sueños incumplidos en su hijo, o la necesidad de enriquecimiento pueden hacer
que insistan en convertir al niño en deportista profesional".
Una carrera de
obstáculos
Una vez que tanto los padres como el niño están de acuerdo y aceptan
inscribirlo en una competición deportiva "se habrá abierto un melón,
normalmente amargo, del que ya participa toda la familia". Comienza un periplo en el que se invertirá mucho tiempo, mucho dinero -depende del deporte,
pero por lo general los costes económicos son altos, aunque hay ayudas en forma
de becas y subvenciones- y en el que antes o después llegará alguna frustración
familiar.
El primer escollo llega en el colegio. A partir de los 13 años, si de
verdad el niño tiene talento deportivo, es probable que tenga que dedicarse a
la disciplina elegida por completo, lo que implica abandonar los estudios. Por ejemplo, "el 80% de los tenistas no
empezaron el Bachillerato" y prácticamente ningún deportista de elite es
"universitario".
"El 90% de las familias apuesta
todo a una carta, la deportiva, y suele ser un error"
La decisión de continuar o abandonar los estudios es difícil y debe estar
muy meditada. Aunque es el hijo el que debe decidir lo que quiere, "los
padres deben ser lo suficientemente sensatos como para no jugar a la ruleta rusa con los estudios y apostar todo a la
baza deportiva. Deben presionar y, si el chico tiene la suficiente madurez, convertirá los aeropuertos y las salas de espera en cuartos de
estudio improvisados".
Según Alguersuari "el 90% de las familias apuesta todo a una carta, la
deportiva, y suele ser un error, porque a los 20 años muchos de ellos ya serán
conscientes de que no serán unos 'cracks' y han dejado de lado otra baza".
En este camino hacia la elite deportiva también hay espacio para los reproches. El caso más reciente es el de Arantxa Sánchez Vicario, que ha culpado a sus
padres de manejarla a su antojo. Para el autor del manual "este caso no es
frecuente y a todos nos llamó la atención. Creo que ella está confundida y que
al final se arreglarán".
La edad sí importa
La precocidad, las primeras señales que indican que un niño puede destacar
en un deporte, lo marca la edad. Cuando un chico de nueve años gana a rivales
de la misma edad o mayores que él, tiene cualidades. Si, por el contrario,
pierde a menudo con contrincantes más pequeños, no serán los números uno de su especialidad.
Un axioma que funciona casi siempre. "Estos últimos son como la fruta verde y ésa no se come", dice Alguersuari, por poner un
ejemplo. Hay que saber medir y analizar las victorias y derrotas del deportista
según contra quien se produzcan.
Rafa Nadal ganó su primer Roland Garros con 19 años. Era un niño. Marc
Márquez fue campeón del mundo de motociclismo en 125 cc a los 17 años.
"Sus rivales Nico Terol y Pol Espargaró eran mayores que él, dos y cinco
años, respectivamente, pero no tan maduros. Ahí está la clave de Marc, lo que
le convierte en estrella", dice Alguersuari.
El entorno familiar, la madera de líder y una pizca de suerte son los otros
elementos que cocinan a una estrella del deporte.
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