Para que los pequeños pierdan el temor al agua, se les debe ayudar a
adaptarse de forma progresiva, no obligarles nunca y hacer del baño una
experiencia divertida
Interesante artículo publicado en Eroski Consumer por MARTA VÁZQUEZ-REINA · 18 de abril de 2012
La piscina y la playa
son los lugares favoritos de los niños durante la época estival. El principal
motivo de esa preferencia es su elemento en común: el agua. Sin embargo,
algunos pequeños rechazan por completo el medio acuático e intentan evitarlo a
toda costa por el temor que les causa. Para conseguir que pierdan este miedo,
pero que mantengan el respeto que el mar o la piscina se merecen, entre otros
aspectos, hay que ayudarles a adaptarse al agua de forma progresiva, no
obligarles nunca y hacer del baño una experiencia divertida
Cinco consejos para
vencer el miedo al agua
Interesante artículo publicado en Eroski Consumer por MARTA VÁZQUEZ-REINA · 18 de abril de 2012
- Proporcionarles seguridad: para vencer el miedo, es
necesario que el niño se sienta seguro en el entorno acuático. Por eso,
sus primeros contactos deben realizarse siempre en compañía de un adulto
que le proteja y evite que el niño se lleve algún susto, que solo
incrementará su miedo.
- Adaptación progresiva: el contacto con el agua, tanto
del mar como de la piscina, debe realizarse en pequeños pasos. En vez de
meter de golpe al pequeño en el agua, es mejor jugar con él un rato en la
orilla, o sentado en el bordillo, para que note las primeras sensaciones.
- No obligarle: forzarle a bañarse o
castigarle y reprenderle por no querer hacerlo tan solo servirá para
aumentar la hostilidad del niño hacia el medio acuático. Se debe tener
paciencia, no acelerar la inmersión y dejar que él mismo establezca su
ritmo.
- Prestarle ayuda instrumental: flotadores, manguitos,
burbujas o churros son algunos de los instrumentos acuáticos que se pueden
proporcionar al niño para incrementar su seguridad en el agua. Es preciso
mostrarles poco a poco, nunca de golpe, que gracias a estos objetos pueden
mantenerse a flote. Siempre hay que comprobar que sean seguros y que estén
adaptados a la edad del pequeño.
- El agua como juego: a través del juego se puede
conseguir que los niños pierdan el temor al agua y que, en vez de
percibirla como un elemento peligroso, la consideren como un medio
divertido. En la playa se pueden inventar numerosos juegos en la orilla
que le ayudarán a adaptarse poco a poco y, en la piscina, se puede optar
por jugar con algunos objetos en los escalones, en la piscina infantil o
en el bordillo, si no hubiera esta opción.
Las causas del miedo al
agua
La mayoría de los niños se sienten muy
atraídos por el medio acuático y disfrutan y se divierten con los numerosos
juegos y actividades que se pueden desarrollar en él. Pero en algunos casos,
lejos de atracción, el agua causa miedo y rechazo en los pequeños, una
circunstancia que puede representar un problema a medio plazo, puesto que les
impedirá aprender a nadar e incrementará de ese modo los riesgos y peligros que
implica no saber desenvolverse de forma adecuada en el medio acuático.
¿Por qué tienen miedo estos niños? Según
el informe 'El miedo al agua: estrategias y recursos metodológicos para
superarlo', elaborado por el equipo del Laboratorio de Psicología del Deporte
de la Universidad
de León, el rechazo al agua responde a los mismos tipos de miedo que
ante el aprendizaje de cualquier habilidad. En algunos casos, es miedo por
inseguridad física, porque el niño anticipa mentalmente el daño que puede
sufrir; en otros, el temor surge ante amenazas psicológicas que pueden provenir
de los propios temores que los adultos proyectan en los niños, de alguna
experiencia negativa en el agua o de un práctica pedagógica inadecuada cuando
se inicia el aprendizaje de la natación.
Disfrutar del agua desde
que son bebés
Si el niño disfruta del agua y del momento
del baño desde que es un bebé, es mucho más fácil que cuando llegue la época
estival se acostumbre con facilidad al medio acuático. Para conseguir hacer del
baño un momento único y agradable, es preciso mantener diferentes pautas:
- Evitar las temperaturas muy altas o muy bajas en
el agua, que puedan asustarles y provocar su llanto.
- Procurar llenar la bañera a un nivel de agua
adecuado a cada edad, de modo que el bebé se sienta seguro en todo
momento.
- Prescindir de los chorros de agua directos sobre
el niño, que puedan asustarle o inquietarle. Es mejor enjuagar de forma
suave con una esponja o con un pequeño balde o cubo.
- Hacer del baño un momento divertido. Cuando son
pequeños, ayuda cantarles o ponerles música y jugar con ellos. Cuando son
capaces de mantenerse solos en la bañera, es aconsejable permitirles que
jueguen con pequeños juguetes de agua.
- Siempre con la presencia del adulto, animarles a "bucear" en la bañera con poca agua. Si se permite que sumerjan la cabeza, se acostumbran al contacto del agua en el rostro y se inician en la respiración acuática.
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